El valor estético del arte y su función en la sociedad

´´El hombre ha superado el estado pasivo de lo estético ingresando en una carrera activa de artista. No basta el placer de admirar frutas, flores, pájaros, mariposas, conchas y piedras preciosas de la naturaleza sino que incrementa su provisión de objetos de colores con la aplicación de pigmentos. [1](Allen, 1879)

El hombre en sus orígenes obtiene estímulos de colores primarios y brillantes porque le sirven para encontrar comida y generar atracción sexual, pero con el tiempo desarrolla un gusto adquirido por colores más sutiles y complejos. El gusto transitorio por objetos hallados, se convierte en una necesidad ulterior, abstracta, junto con el anhelo de alcanzar prestigio y poder por medio de la adquisición de objetos suntuosos y de carácter estético.[2] (Allen, 1879)

La luz que nos rodea nos permite ver formas y colores que impactan nuestro ser. Estas experiencias modelan nuestra psique junto con nuestra carga genética.

¿Hasta qué punto somos conscientes del impacto que genera lo visual tanto a nivel emocional como químico y físico? ¿Hasta qué punto lo que vemos nos define e influye en nuestra forma de actuar?

¿Qué valor tiene el arte en este sentido y cuál es la tarea ó la responsabilidad del artista – si es que la tiene – con respecto al resto de la sociedad?

El ojo del artista – siguiendo la metáfora de Descartes que comparaba la mirada con el bastón que utiliza el ciego para caminar a tientas en el espacio real -[3](Mitchell, 2003), es como un bastón de un ciego “más experimentado” que tiene una forma particular de ordenar el caos que palpa en la oscuridad. Se acerca y le hace un zoom a aquello que toca, lo encuadra y resalta de manera particular para exhibirlo de nuevo, ya decantado, para que fluya con vida propia en la mente del espectador. Es como un juego en el que el “interlocutor” u observador recibe un regalo imaginario del artista para que lo procese y haga propio en su memoria sensorial.

Intuitivamente concibo el arte así, como un regalo para los sentidos. No puede ser elitista y encasillarse en palabras, que solo comprenden unos cuantos, distanciándose con significaciones complejas que preceden ó describen lo que se debe entender y sentir. Todas las personas debe tener acceso a las emociones que puede brindar el arte. Las obras de arte son creaciones que deben ser capaces de conmover, de seducir e ilusionar y de este modo complementar la realidad con un mundo imaginario.

Mi postura es romántica pero planteo este cuestionamiento por mi inquietud de entender la relevancia de mi profesión como artista. Busco respuestas acerca del valor de la producción de un artista y su función social. Percibo una polarización entre el arte y lo estético que puede resultar nociva. He descubierto con esta investigación que el impacto sensorial del arte influye en el origen de las emociones, los sentimientos y la génesis del pensamiento y la consciencia.

Así como hay una tendencia popular a decir que ´´somos lo que comemos´´ – infiriendo que los alimentos que consumimos generan un contexto químico que junto con nuestras características biológicas definen nuestro ser, se podría decir también que ´´somos lo que vemos´´. El autor Steven Johnson reflexiona acerca de la mente y del origen de los pensamientos desde otra perspectiva. Los cerebros son como huellas digitales – cada uno de nosotros posee una topografía neurológica única. Contamos ahora con la tecnología para visualizar ese mapa interior y explorar lo inalienable de nuestra mente. Cada cerebro humano es capaz de generar diversos patrones de actividad eléctrica y química. Lo que promete esta tecnología moderna es descifrar estos patrones para luego poder entender cómo surgen nuestros pensamientos y hasta qué punto somos conscientes de todo aquello que guarda nuestra mente en su disco duro. [4](Johnson, 2004)

Para abordar este tema tan complejo de manera empírica decidí centrarme en el efecto que puede tener el arte en un grupo de personas que vive en extrema pobreza en el sector Fronteras Unidas de Pamplona Alta, en Lima.

La última cena es un comedor popular pequeño de Bertha Sulca Poma. Ella es originalmente de Ayacucho, del pueblo de Potica, provincia de Cangallo. Llegó a Lima con su madre y hermanos, huérfanos de padre, huyendo del terror de Sendero Luminoso en los años noventas.

Bertha cocina diariamente junto con 4 mujeres de la zona para poder ofrecer una comida caliente a personas aún más pobres que ellas. Ellas alimentan el estómago y yo quisiera ver qué sucede si se les “alimenta” además el alma con arte.

He encontrado en la obra de Lev Vigotsky, “la Imaginación y el Arte en la Infancia” teorías referentes a la psicología humana que describen las características de generar conocimiento en base a las experiencias y la habilidad de nuestro intelecto de ser creativo e imaginar más allá de la realidad. Concuerdo con Vigotsky que lo que uno ve y luego recrea en la imaginación, afecta concretamente nuestros sentidos y viceversa. Según Vigotsky el hombre, al poder concebir por medio de relatos y descripciones ajenas lo que no experimentó directamente, estaría liberándose del estrecho círculo de su propia experiencia, adquiriendo otras destrezas y conocimiento de carácter histórico o social.”

Continúa diciendo que “la forma de vinculación entre la función imaginativa y la realidad es el enlace emocional (…) Es bien sabido, que vemos con ojos totalmente distintos las circunstancias que nos rodean cuando estamos alegres que cuando estamos melancólicos. Los psicólogos han observado hace mucho tiempo que todo sentimiento posee además de la manifestación externa, corpórea, una expresión interna manifestada en la selección de ideas, imágenes e impresiones. Han designado este fenómeno con el nombre de ley de la doble expresión de los sentimientos. Así, por ejemplo, el miedo no se manifiesta sólo en la palidez, en el temblor, en la resequedad de garganta, en la respiración entrecortada y en los latidos del corazón acelerados, sino que también hace que todas las impresiones que recibe el hombre, todos los pensamientos que vienen a su cerebro, se tiñan del sentimiento que lo domina.”5

Sin embargo, la importancia del impacto de las emociones y su trascendencia en la naturaleza de las personas fue algo desestimado en los laboratorios científicos durante muchos años. Antonio Damasio recalca este hecho en su libro sobre el cuerpo, las emociones y la generación de conciencia. ´´La emoción era demasiado subjetiva, vaga y escurridiza. La emoción era el extremo opuesto de la razón (…) Esto era un giro más del planteamiento romántico de la humanidad, que había ubicado la emoción en el cuerpo y la razón en la mente.´´[6](Damasio, 1999) Para Damasio las emociones son centrales en el balance fisiológico y bioquímico del organismo: como regular la temperatura, por ejemplo, la concentración del oxígeno, el ph, etc. Por ende, teniendo un rol clave en esta autorregulación interior, las emociones son centrales para comprender la biología de la consciencia. Es decir, el estímulo externo pasa al interior a manera de emoción, engendra aquí un presentimiento, y de este presentimiento surge un sentimiento y de este una reacción y de acuerdo a Damasio esta secuencia es el origen de la razón y del conocimiento.

Aceptando esta premisa sobre la importancia absoluta que tienen los estímulos externos sobre nuestro ser, cómo nuestro cuerpo y alma funcionan conjugados dentro de una sinfonía de procesos químicos, físicos y psicológicos, es evidente para mi, que la apreciación del arte es fundamental en el desarrollo de nuestro ser.

Para Bertha, Juana, Nora y Natividad, tener un cuadro en el recinto en el que cocinan ha sido un Verfremdungseffekt total. El barrio de Fronteras Unidas es un lugar donde no crece nada verde. Alrededor todo es polvo y tierra. El comedor no está enlucido ni pintado. Tampoco tiene ventanas. El colorido del cielo limeño la mayor parte del año es muy gris y brumoso, como una ´´panza de burro´´, que solo acentúa la sensación de melancolía que la tristeza de todo el lugar imprime en los sentidos.

Los cuadros han sido un acento de color.  El arte ha sido motivo de sorpresa para todos los comensales, que son alrededor de 120 por día. El cuadro generó un motivo de diálogo y activó la imaginación de los visitantes. Transcribiré algunas de las notas escritas en la bitácora:

Acerca de un cuadro de Lorena Schutz de un retrato de una mujer distinguida, Bertha dijo lo siguiente:

El cuadro que está en el comedor te hace pensar muchos pensamientos interminables y también al mirar a la señora es como si conversaras con ella y los aros que están en el fondo del cuadro es como fuera un arco iris y imaginación es que yo estoy en un campo abierto.

Juana comentó:

El cuadro es muy llamativo tiene aros que da pensar mucho enfinitamente y la señora es como me conversara cuando estoy cosinando y me dijiera zasona asi la comida. y la compañía de la señora me hace sentir contenta.

Nora vio algo distinto:

El cuadro pintado es de una señorita como se fuese encadenada. tiene las manos como atadas y las cadenas que se le ve alrededor de la mujer y la mirada y la cara muy triste.

En relación a otro cuadro, Regata, de María Albina Correa, Natividad dice:

A pesar de los problemas en casa hoy, llegué al comedor y me encontré con este cuadro tan lleno de espíritu y me senté y quise estar dentro del cuadro por un momento y sentir la brisa y aguas del mar el viento de las olas y el calor del sol es mi sentir al ver ese cuadro tan hermoso me inspirado un sentimiento de tranquilidad paz y sobretodo pasiencia a pesar de todo. Gracias por un momento y días de saviduría que nos da cada semana con los cuadros.

Sobre el cuadro Regata Bertha escribió:

El cuadro hizo ver lindo el comedor por sus colores que tiene la vela azul, color rojo y blanco, colores llamativos. el agua es uno más de la vida y con el agua cosinamos en el comedor. el decierto al ver tiene un socabon para casas de la sierra echas de piedra. eso es mi pensar.

De muestra un botón. Estos textos son tremendamente conmovedores y demuestran que los cuadros, como objetos de contraste en ese ambiente precario y gris fueron un foco de color que generó un impacto. Sin embargo, esta impresión fue más allá de la sensación que genera el toque de color para la retina: las señoras se sintieron acompañadas y evidencian una movilización de ideas, recuerdos y sueños.  Deriva la posibilidad de tener ilusiones, de imaginar otros lugares y de generar sentimientos de manera indirecta. El arte gesta emociones y las emociones originan una cascada de sentimientos y asociación de ideas. Se puede vibrar con vivencias adquiridas de segunda mano. Esto no quiere decir que sean menos poderosas. El impacto de lo que se ve genera emociones que tienen la capacidad de teñir el estado de ánimo de las personas. El impacto sensorial, inicialmente inconsciente será guardado en la mente como huella indeleble en la memoria. Estas huellas son las que le dan la característica distintiva a la topografía de nuestro ser.

En conclusión, los artistas debemos tener muy clara la importancia que cobran las imágenes al ser interiorizadas por los demás. Las imágenes dejan huella. Son señales culturales, un vestigio de una causa física que aunque no esté presente, nos conmueve para bien o para mal tanto a nivel fisiológico como intelectual.

Somos responsables del arte que producimos y del efecto que este puede tener en los demás. ´´La inmensa diversidad de realidades imaginarias que los Sapiens inventaron y la resultante diversidad de patrones de conducta que generaron, son los componentes centrales de lo que llamamos ¨cultura¨. ´´ 7 (Harari, 2015)

[1]Allen, G.1879 ´´The aesthetic value of color´´.The Color-Sense: Its Origin and Development. London: Trübner & Co, pp.222-249 [traducción libre]

Consulta: 10 de noviembre de 2011

http://books.google.com

[2]Allen, G.1879 ´´The aesthetic value of color´´.The Color-Sense: Its Origin and Development. London: Trübner & Co, pp.222-249 [traducción libre]

Consulta: 10 de noviembre de 2011

http://books.google.com

[3]Mitchell, WJT 2003 ´´Mostrando el Ver: una crítica de la cultura Visual´´. Los estudios visuales en el siglo 21. CENDEAC, pp. 18-23

Consulta: 11 de noviembre de 2016

www.estudiosvisuales.net

[4]Johnson, S. 2004 ´´Preface: Kafka´s Room´´. Mind Wide Open – Your Brain and the Neuroscience of Everyday Life

New York: Scribner, pp. 12-32 [traducción libre]

Consulta: 11 de noviembre de 2016

https://www.scribd.com/book/225111274

[5]Vigotsky, L. 1986 [1930] ´´Imaginación y Realidad´´. La imaginación y el arte en la infancia.

Madrid: Akal pp. 7-14

Consulta: 11 de noviembre de 2016

https://docs.google.com/document/d/1Hlyoi_LRHY6eL5eCIGLtpXjet1ljuc6IsJFKoRFxp1s/mobilebasic?pli=1

[6]Damasio, A. 1999 ´´Emotion and Feeling´´. The Feeling of What Happens: Body and Emotion in the Making of Consciousness. SCRIBDISBN:0151003696

Orlando: Harcourt, Inc. pp. 41-87 [traducción libre]