Ante una imagen tenemos que reconocer con humildad, que probablemente ella nos sobrevivirá, que ante ella nosotros somos el elemento de paso, y que ante nosotros ella es el elemento del futuro, la fracción de historia que trasciende. La imagen a menudo tiene más memoria y más porvenir que el espectador que la mira.
Mi objetivo es captar lo que el ojo humano no alcanza a ver. Dejar huella. Busco crear imágenes que estimulen los sentidos, que conmuevan – generar sensaciones impalpables cuya percepción sea tema de reflexión. La belleza es como una baranda que nos sostiene frente al abismo de la incertidumbre. Nuestra historia es pasajera, y en este teatro de la cotidianidad, aunque sea por una fracción de segundo, cada gesto, cada instante y cada quien puede convertirse en el protagonista.